Argentina 3 Nigeria 2


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Ganamos y punto. Son 7 partidos para ganar un Mundial. Llevamos 3 al hilo en un arranque esperado pero que había generado dudas sobre todo en ciertos sectores del periodismo que exageraron su crítica al seleccionado de Sabella para poder tener elementos de polémica que llenen sus incontables horas de trasmisión y justifiquen estadía, viáticos y cantidad de cronistas destacados en Brasil. Nigeria se nos aparecía en la previa como una verdadera y única prueba de riesgo tras las supuestas victorias exiguas ante seleccionados como Bosnia e Irán, de dudoso nivel futbolístico. Sin embargo mientras en nuestro país aun no habíamos terminado de poner la mesa y cada uno iba tomando su lugar preferido en torno al televisor, Di María realizo una de esas corridas electrizantes que son su marca registrada y remato con fuerza contra el arco nigeriano. La pelota dio en el palo, en el cuerpo del arquero y salió hacia el punto penal. Antes que nadie pudiese siquiera decir “uuuuuu” apareció Lio Messi y de zurda pegándole fuerte arriba, abrió la cuenta y la esperanza de pasar un partido sin sufrimientos. Pero antes de que pudiésemos llevarnos la primera porción de pizza a la boca y mientras comentábamos las grandezas del Enano, Ahmed Musa definió cruzado entrando al área por izquierda y derrotó la estirada de Romero que no pudo ser superhéroe esta vez. Que paso? Simplemente que volvimos a sufrir con las contras por la derecha de nuestra defensa ya que por ese lado la única referencia fija es Zabaleta, Gago no es un 8 “puro”, que en esa jugada se había cerrado hacia el medio y cuando regreso a tomar su marca no pudo ni con la velocidad ni con la potencia del delantero de las Águilas.
A empezar de nuevo. Argentina mostro mejor distribución de juego y menos imprecisiones que en juegos anteriores a lo que contribuyo también la postura de Nigeria con dos líneas de cuatro, una sobre el borde del área y la otra 20 metros más adelante lo que permitió mejor circulación del balón con Mascherano y Gago como primer pase en campo contrario y Messi y Di María prolongando para los delanteros o para la subida de Rojo y Zabaleta. Mientras que la defensa cumplía con la difícil tarea de contener a los veloces y potentes Musa y Amenike. En medio de esto debió salir Agüero quien fue reemplazado por un movedizo Lavezzi que intento desbordar por derecha y asociarse con Messi e Higuain. Precisamente una falta sobre el “Pocho” hizo encender la alarma del arco nigeriano. Ejecuto Messi y la parábola que se colaba en el ángulo izquierdo del arco verde, con precisión pero sin demasiada potencia, fue rechazada al córner por el arquero nigeriano. Pero apenas un par de minutos después surgió una nueva chance cuando el capitán del seleccionado argentino fue a cobrar una falta, que le habían cometido a el mismo, 5 metros fuera del área grande por la derecha del ataque albiceleste. Ideal para un zurdo, ideal para Messi. Aun no habíamos terminado la oración a San Expedito cuando la pelota dormía contra la red. El arquero dudo que si la pelota iba nuevamente por sobre la barrera o Messi le pegaba a su palo y esa duda fue mortal. Argentina 2 Nigeria 1 y se fue el primer tiempo.
Tras un entretiempo en que aprovechamos para levantar los platos, fumar un pucho y revisar el twitter y mientras nos acomodábamos, después de un par de “selfies” albicelestes, Musa se coló entre Garay y Fernández, extrañamente separados por 15 metros y remato al palo más cercano a Romero que había ido hacía el otro lado intuyendo, mal, que el delantero la iba a cruzar como en el primer gol. Nuevo baldazo de agua fría y nuevo comenzar para los muchachos de Sabella. Pero la superioridad en el juego seguía estando del lado argentino que de a poco iba llevando a Nigeria a replegarse con las corridas de Di María, los desbordes de Lavezzi y el toque de Lio mas los movimientos dentro del área de Higuain, mucho más movedizo que en los dos partidos anteriores. Y asi fue que a los 5 del ST tras un córner desde la izquierda y luego que la pelota pasó el primer ramillete de jugadores verdes y albicelestes dio en la rodilla de Rojo, que había arrancado el Mundial para ser el Garre del 86 y hoy es considerado pieza fundamental, y se metió en el arco nigeriano. 3-2, gritos, euforia, 40 millones de abrazos y a otra cosa.
Argentina siguió con su fórmula de toques cortos y desbordes electrizantes mientras que Nigeria atacaba sin demasiadas ideas con el único recurso de tirar la pelota para adelante y tratar de quebrar la línea defensiva solamente mediante la fuerza pero chocando cada vez contra Zabaleta, Rojo, Fernández y Garay, cuando no, Mascherano. Pero a los 18 minutos del ST, en una decisión que consideramos apresurada, Sabella saco a Messi y mando a la cancha a Ricky Álvarez y el partido se termino para la selección albiceleste como en esas fiestas de casamiento que cuando los novios se retiran a disfrutar la luna de miel, la música se va bajando de a poco y los invitados se quedan sin poder brindar con los festejados. Falto que Lio se llevara la pelota y apagara luz. Argentina jugó treinta minutos a la intemperie futbolística, sin ideas, sin la circulación de balón que había caracterizado el juego y sin generar más peligro que lo que podían ocasionar las zancadas de Di María y las gambetas enredadas de Lavezzi. Por suerte Nigeria no pudo o no supo arrimar demasiado peligro mas allá de un par de corners y unos remates desviados y el partido se fue consumiendo sin pena y solo con la gloria del triunfo, el invicto y los 9 puntos. Y prolongamos nuestro invicto ante Nigeria en 4 juegos en mundiales. Como en el 94 con dos goles de Caniggia, en el 2002 con gol de Batistuta y ahora con los dos de Messi. En el 2010 anoto Heinze para colarse en una estadística junto a tres delanteros “fuoriclassi”.
Argentina jugó mal esta vez también? La defensa tuvo serias desatenciones en ambos goles, donde el mediocampo tampoco pudo cortar el juego y en algunas transiciones le costó salir rápido de atrás y la pelota se perdió con facilidad. Jugó bien Argentina? Esta vez enfrento a un equipo que dejo más espacios atrás y por esos intersticios pudo aparecer un juego más lucido para la ofensiva estelar albiceleste. Mejoro Di María, las subidas de Rojo y Zabaleta llevaron más peligro, Gago estuvo menos displicente, Mascherano menos impreciso, Higuain mas activo, la defensa adquirió más solidez tomando en cuenta que fue más atacada y el cambio de Lavezzi por Agüero fue saludable. Lo de Messi volvió a ser extraordinariamente decisivo y aunque quizás haya sido apresurado sacarlo a los 18 del ST es importante preservarlo para los juegos que vienen que son de “gana o hace la valija”
Se viene Suiza en 8vos de final, un rival que probablemente deje espacios atrás, a no ser que tome nota de rigurosidad defensiva tras la goleada recibida ante Francia, pero que también tiene jugadores de buen pie y delanteros peligrosos por lo que deberemos ajustarnos en defensa o resignarnos a ser siempre más efectivos que nuestros rivales. Quedan 4 de los 7 partidos que hay que ganar para ser campeones y cerramos la primera fase con buenas noticias desde lo numérico y con mejorías en el juego sobre todo a partir de lo que nos van ofreciendo los rivales. Vamos Argentina!!!
Marcelo Guerrero

Argentina 1 Irán 0


Ganamos y punto. Son 7 partidos para ganar un Mundial. “estar un año en estado de gracia” dijo Bilardo alguna vez. El partido de hoy vino más duro de pelar de lo que esperaba el hincha argento medio. Los pronósticos de los simpatizantes consultados por cronistas deportivos a lo largo y ancho del país, en Brasil, más los que opinaban en redes sociales, auguraban goleadas ampulosas incluso con goleadores impensados como Fernando Gago. Sin embargo desde el inicio del partido se vio que iba a ser difícil cumplir con los pronósticos. Irán cortaba con foul en la mitad de la cancha, ponía sus 11 jugadores en campo propio y 8 o 9 de ellos poblaban el área grande. A raíz de esto les costaba a los mediocampistas arrimar la pelota y Di María y Messi tenían demasiadas piernas enfrente para sortear en sus intentos de acercarse al área y los buenos movimientos de Higuain y Agüero implicaban quedar siempre rodeados de 3 o 4 camisetas rojas. El delantero de Napoli solo una vez pudo romper este cerco y, a pase de Gago, remato sobre la misma salida del arquero que ahogo el grito de gol tempranero albiceleste. De haber sido concretado el gol quizás Irán hubiese adelantado sus líneas. Como no sucedió, los asiáticos, se retrasaron aun mas y asfixiaron a la delantera argentina quedando como única posibilidad avanzar por los extremos y terminar con centros que dieron poca rentabilidad a la escuadra albiceleste. Salvo una serie de pelotas paradas que terminaron en sendos cabezazos de Rojo, Garay y Fernández enviados sobre el horizontal a los que sumamos, para el primer tiempo, un tiro libre de Messi cerca de uno de los ángulos y un remate de Agüero bien tapado por el buen arquero iraní. De Irán en ataque casi nada pese a tener todo un campo para correr y pasar la pelota. Asi se consumió el primer tiempo con Argentina chocando frente a un dispositivo que pensaba solo en mantener el cero en su arco e Irán bancando el resultado.
El segundo tiempo vino con pocas novedades. Argentina adelanto aun mas sus líneas metiendo prácticamente los 10 jugadores en campo rival pero sus jugadores estuvieron increíblemente erráticos para pasar la pelota y con pocas variantes en ataque de tal manera que el anteúltimo pase en general quedo en los pies de Zabaleta o Rojo jugadores más habituados a defender que a generar futbol. Irán dejo su estatismo del primer tiempo para esperar agazapado y proponer de contragolpe, con mucho más campo y menos jugadores para defender, consecuencia del adelantamiento argentino, la posibilidad de abrir el marcador. Y por poco lo consigue en tres diferentes ocasiones que contaron con la mano enguantada de Romero para conjurar cada una de ellas. Y Argentina? Muy poco; se iba notando progresivamente el desgaste de delanteros y mediocampistas luchando por penetrar la férrea y superpoblada defensa iraní. Se imponía un cambio que permitiera una mejor resolución a la única posibilidad de ataque que era por los extremos. Se imaginaba la salida de Rojo o Zabaleta dese los 15 del ST . Sin embargo los cambios llegaron a los 30 del ST y fueron dos delanteros por otros tantos de la misma función. Palacio y Lavezzi ingresaron por Higuain y Agüero. No fue demasiado lo que sumaron estos atacantes pero mostraron que el camino de ir por afuera necesitaba delanteros que vayan por afuera y no defensores, incluso Palacio ingresando por izquierda cabeceo exigiendo al arquero que debió sacarla al córner. Parecía que todo moría en 0 hasta que en el último minuto como si fuera una película épica, el partido se detuvo; las imágenes de los 89 minutos anteriores se esfumaron, veintiún protagonistas quedaron petrificados y en blanco y negro, mientras que en HD y en colores, el mejor del mundo avanzó durante dos segundos y medio en forma paralela a la línea del área grande, en su jugada predilecta, como si fuera un gastado truco de Play Station, y al llegar a la medialuna soltó la bomba; un zurdazo impecable con chanfle de potrero que se coló a media altura contra el palo derecho del arquero iraní que se esforzó al máximo para ser el héroe del partido pero termino inmolado como tantos otros antes. Y se termino el partido. Más bien se jugaron un par de minutos más pero la euforia nos exime de cualquier análisis.
Argentina jugó mal? Impreciso Mascherano, parsimonioso Gago, irresoluto Di María, absorbidos Agüero e Higuain, una defensa mal parada frente a los contragolpes y Messi en cuentagotas. Jugó bien Argentina? a simple vista no, pero creó 9 chances de gol frente a una súper poblada defensa iraní (en el gol de Messi, los 11 jugadores estaban dentro o en inmediaciones del área grande). Párrafo aparte para Messi y Romero que simplemente hicieron aquello para lo cual están preparados. Uno, el mejor jugador del mundo, es de quien uno espera que pueda resolver un partido asi de cerrado como el de hoy; el otro es el arquero de un equipo súper ofensivo y al cual le llegan muy pocas veces por partido. Esas pocas veces hoy fueron bien conjuradas. También hizo su labor.
Cierto es que, en el Mundial de las sorpresas con España e Inglaterra fuera del Mundial cuando se han jugado solo 2 partidos, Uruguay e Italia con un enfrentamiento pendiente, a muerte, para ver quién se queda y quien se va y con Brasil y Alemania con un empate y un triunfo, haber ganado los dos encuentros disputados es saludable para cualquier selección: sobre todo resolviendo, aun por la mínima, jeroglíficos defensivos que incluyeron 8 o 10 jugadores como en los casos de Bosnia e Irán. Quedan 5 de los 7 partidos que hay que ganar para ser campeones y los triunfos llaman a más triunfos porque los equipos tienen mejores oportunidades de consolidarse cuando los resultados son positivos.
Marcelo Guerrero112