NISMAN: LA UNICA VERDAD ES EL MUERTO


La muerte de Nisman ha provocado una gran conmoción en toda la sociedad argentina, aun, entre aquellos que el sábado pasado no sabían quién era este fiscal, ni a que se dedicaba ni cual era la causa principal que investigaba. De ese desconocimiento se valen oposición y gobierno para capitalizar el hecho, la noticia, el minuto a minuto y tratar de llevar agua para sus desvencijados molinos de credibilidad (ambos).

En realidad me da la sensación que en este, y otros casos, casi todos los mortales de esta Republica tocamos de oído lo cual nos ponen en la situación comoda de creer en cualquier cosa que nos cuenten los que consideramos amigos, ya sean periodistas, analistas o políticos a los que seguimos por cierta empatía intelectual o ideologica y , por el contrario, no creer nada de los otros, ídem anterior, los de la vereda de enfrente .

Para situarnos un poco en la coyuntura política vernácula podemos decir que el bloque histórico dominante de nuestro pais, en términos de Gramsci, tiene una fractura vertical irreversible que proviene del principal interés de la clase dominante en cualquier democracia planetaria; es decir detentar el poder político para preservar el interés económico y garantizar para sí y para sus integrantes  la mayor tasa de beneficios posible. Sucede que, en la particular Historia Argentina desde la emancipación económica de España, mal llamada Revolución de Mayo, en adelante siempre la clase dominante estuvo dividida en dos. Morenistas y saavedristas, unitarios y federales, conservadores y radicales, peronismo y anti peronismo etc.; pero no eran estos equipos de futbol ni bandas de rock,a pesar de las populosas hinchadas que supieron conseguir,  sino dueños de los medios de producción luchando por maximizar beneficios para su sector, sea este agropecuario, industrial, exportador, financiero o lo que tocara de acuerdo al momento internacional que propiciara las inclinaciones hacia tal o cual negocio.

El resto? Chamuyo para la gilada: la nación, la argentinidad, los cipayos, los cabecitas negras, nacional y popular, la patria es el otro: todos lindos cuentitos para crear consenso, hacer amigos-fans que sigan votando y, al mismo tiempo, identificar enemigos del otro lado de la grieta. O sea buscar garantía para su bolsillo y tratar que el grupo de pertenencia se lleve la porción de torta más grande en detrimento del otro gran comensal y ponerle un poco de chantilly a las migajas que van a parar a las clases subalternas para que den la ilusión de ser un pedazo de torta.

Nisman cayó en la grieta. Al fiscal lo mato una bala disparada por esta lucha de 200 años; el título de un Clarín de izquierda seria “La hegemonía se cobró una nueva víctima propia”. Claro porque el propio Nisman representaba intereses corporativos, en este caso judeo-angloamericanos, y debía defender, con la fachada del atentado de la AMIA, esos intereses en oposición a la dispersión de negocios y la búsqueda de nuevos socios-aliados por parte del Gobierno, empeñado en ir a buscar rentabilidad a otro lado de la grieta, mas precisamente con enemigos económicos a muerte de la mencionada corporacion.

Fue su empeño en la empresa encomendada, en un principio por el propio Nestor Kirchner, lo que  lo puso en la situación terminal que todos conocemos. Ahora, ocurrido el hecho, desde ambos lados del bloque se trata de generalizar un relato, mediante sus intelectuales organicos (otra vez Gramsci), que les permita capitalizar el hecho pero cuidándose de decir la verdad y poniendo a la ciudadanía de frente a un nuevo Boca-River, en este caso, Asesinato versus Suicidio.

De la puja de intereses económicos, de los negociados en los que unos ganan plata y otros pierden nadie dirá nada, visto que la clase dominante no mensura ningún topico, ni siquiera las atrocidades de Irán, como bueno o malo sino como rentable o no rentable, beneficioso o perjudicial económicamente, pero maquillan los hechos para hacernos pelear a unos contra otros y tan solo para que prestemos el  consenso necesario que les permita continuar con su círculo virtuoso.

Cuando éramos chicos, acá en el barrio, había dos vecinos que cambiaban de auto 0 km para todas las Navidades y nosotros con mi hermano nos peleábamos con los demás chicos del barrio por cuál era el más lindo y para que nos dejaran alguna vez, aunque sea, lavarlos. Después en enero las dos familias se iban de vacaciones a Las Grutas y nosotros quedábamos comiendo mierda.

Todas las muertes son lamentables, las que no suceden por causas naturales son más dolorosas, las que pasan en un momento de plenitud del occiso te dejen pensando acerca de la fatalidad y la insoportable levedad del ser. Pero cuando como en este caso un tipo esta ante el día más importante de su carrera, ante la coronación de su esfuerzo físico e intelectual, se hace muy difícil creer en un suicidio común y corriente (uno no imagina a Bilardo o a Maradona pegándose un tiro el 28 de junio de 1986 un día antes de la final con Alemania).

La verdad tengo la sensación que cada cosa que me dicen solo obedece a un interés sectorial, nadie dice la verdad. Nisman es un vehículo para destruir al otro, para beneficiarse económicamente, para no perder rentabilidad. Solo a esa pobre madre y a esa pobre hija les interesa humanamente la muerte del fiscal, fuera de eso la única verdad es el muerto.

Marcelo Guerrero

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